Aumenta los beneficios de tu negocio subiéndote al carro de la IA

La IA ya no es el futuro, es el presente

Al final, cómo todos los dueño de negocio, lo que queremos, y lo que quieres y por eso estás aquí, independientemente de lo que digas a tus clientes, familia o amigos, es aumentar los beneficios y reducir los gastos de tu empresa para aumentar más, aún, los beneficios. Listo. No hay más, sómos así. Y yo soy sencillo, claro y te lo digo tal cual.

Mira,

Mi nombre es Aitor y hace más de una década que llevo metido en este mundo, el mundo de la informática, y me he topado con todo tipo de tecnologías, problemas y programas.

Desde las más simples, cómo un programa de control de almacenamiento,

Hasta las más complejas, cómo un sistema de facturación o un programa gestor de comerciales y clientes.

Y ¿sabes qué? cada vez que sale una nueva tecnología al mercado, le acompañan muchas promesas… ¿Promesas de hacerte ganar mucho dinero si la comprabas?

Bueno… algo así prometían.

Bien es cierto de que muchas, qué seguro que estás utilizando ahora en tu negocio, prometían unos resultados increíbles ¿verdad? E intuyo, que esos resultados quizás “llegaron”, o quizás no, o no como esperabas.

Bien, pues eso cambió.

Algunos pensarán que para bien,

Algunos otros para mal.

Yo pienso que para bien.

Cambió con la presentación de los primeros sistemas de Inteligencia Artificial que salieron al mercado cómo servicios o productos. Son, con diferencia, la mejor herramienta de la que disponemos hoy para hacer crecer nuestros negocios. Tanto de manera horizontal como vertical.

No lo digo yo, lo dice a cualquier hijo de vecino que le preguntes que lo haya usado.

Y no me tienes que creer si no quieres, experiméntar es mucho mejor.

Te voy a contar algo sobre esto, y sobre la IA. Presta atención,

Hace algunos años, para ese entonces yo acababa de terminar los estudios de IA que estaba cursando, un conocido de tiempo me escribió un mail para decirme que en su empresa, una empresa de seguros, habían abierto una selección para un puesto de trabajo nuevo en su oficina.

Qué estaban buscando una persona novata en inteligencia artificial para algo relacionado con una mejora en los presupuestos que enviaban.

¡Hostia!, me sorprendí al escucharlo, me resultó tentador acceder a este puesto (bien remunerado, además) pero, cómo sabrás si me conoces, no accedí a entrar en nómina. Llavaba ya años trabajando para mí…, haciendo aplicaciones y páginas webs, y para cambiar esto me hubiesen tenido que ofrecer una cantidad obscena de su sucio dinero para que aceptase hacerme asalariado.

Muy obscena…

Demasiado obscena…

Y, aún así, no se si lo habría hecho…

Hoy tampoco lo haría.

Aunque para poner a prueba mis “dotes” con la IA, para ese entonces muy mediocres, pensé — y posteriormente le comenté– que, si era tan “amable”, mi conocido, de presentarle una propuesta de trabajo externa a su mánager, jefe, o cómo sea que se llamase, para que me subcontratase el trabajo a mí.

Cómo era de esperar, hay poquísima oferta de gente cualificada en IA, después de la propuesta — aunque déjame decirte que no fue nada barata— la agencia accedió y firmamos el contrato.

Bien, dicho trabajo consistía en montar un sistema de IA que permitiese, a fin de cuenta, y con los datos de la empresa (en formato de imágenes) facilitar la creación de presupuestos “rápidos” para entregar a sus clientes.

Sin entrar en detalles, esta IA a partir de una simple foto nos permitía conocer que tipo de cerradura tenía una puerta/portal/persiana de local. De esta manera eliminábamos el paso de que un experto tenga que mirar la foto y decirnos que cerradura es.

Una vez terminado el trabajo (unas 8-12 semanas más o menos) se lo presenté a la empresa, me comentó sus objeciones y las sujerencias de cambios acordados previamente en el contrato.

Se hicieron los cambios. Solo los acordados.

Se solucionaron las objeciones.

Estreché la mano al director, nos tomamos una cervezas esa tarde en sus oficinas y cada uno por su camino la mar de satisfechos.

Pero espera…

A los 6 meses o así, por mera curiosidad, le pregunté a mi conocido cómo iba todo en su vida y que tal había funcionado la integración del modelo de IA que les hice. A lo que me contestó algo que yo no esperaba para nada (en ese entonces, ahora es lo normal).

Me contó que después de realizar la integración y de dejarlo todo en su sitio,

Todo correcto,

Todo limpio,

Terminado…

y pasados unos días, el gerente de la empresa, al que le estreché la mano, le pidió mi contacto personal a esta persona, a mi conocido. (Aunque no se para que, porque nunca me llamó, por lo menos hasta ahora) Y que al mes o así, este gerente fue “ascendido”, lo cambiaron de sucursal y llegó otro para sustituirlo.

Le pregunté también que si sabía porque había sido, el cambio de gerente. A lo que me contestó que no concretamente, pero que la empresa recientemente había despedido a dos comerciales y la emisión de presupuestos emitidos había aumentado un 10% y los aceptados un 6%, más o menos, según el informe que envía la empresa a los empleados para los que esta información es relevante (cómo es el caso de mi conocido).

Ahora que ya hemos terminado con la historieta, y cómo podrás intuir, estos fueron los resultados, y a muy corto plazo –solo 6 meses–, que la inteligencia artificial logró en la empresa de seguros.

Por temas de confidencialidad no puedo decir el nombre, se trata de una empresa de seguros muy reputada de mi país.

Cuando digo mucho, es «maprucho» mucho.

Y también tengo que decir que el sistema se fue utilizando muy poco a poco, en entidades muy locales y muy controladas, y para ver que tal funcionaba. Y después de probar que todo iba genial, contrataron un equipo completo de IA en nómina para su empresa.

Así que, al igual que esta empresa creyó que la IA podía ayudarles a aumentar los beneficios (y a reducir sus gastos), y así fué, es posible que a ti también pueda ayudarte. Qué para eso estás leyendo esto, ni más ni menos.

Así que si te quieres aprovechar de la IA para tu negocio, déjame la URL de tu web, un correo de contacto (lo puedes hacer aquí abajo) y revisaré la solicitud a ver si me interesa trabajar contigo.

    Para cumplir con el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) y entender que tus datos están seguros, debes leer y aceptar la política de privacidad .

    La página web te la pido porque no trabajamos con todos los sectores del mercado, únicamente con los que conocemos y sabemos que podemos aportarles algo. Así que al tener esta información, y en caso de que no encaje en nuestros planes, te ahorraré tiempo a tí y me lo ahorraré yo al no tener que realizar más pasos de la cuenta.

    Espero que tengas un gran día. Un saludo, Aitor Sánchez González